Incendios Eléctricos: Un Problema Persistente en Europa
Hablando de Seguridad en Instalaciones eléctricas residenciales, En Europa, se reporta un incendio eléctrico en una vivienda cada 3 minutos, generando pérdidas anuales que ascienden a cerca de 6.500 millones de euros en el sector residencial. Esta alarmante estadística subraya la importancia de implementar medidas efectivas de prevención y protección en las instalaciones eléctricas domésticas.
El arco eléctrico es el principal responsable de los incendios eléctricos. Se produce cuando hay una conexión defectuosa en el sistema eléctrico, causando carbonización en las conexiones y el cableado. Esto incrementa el flujo de corriente, aumentando significativamente el riesgo de incendio.
Los principales Puntos Críticos de Aparición de Arco Eléctrico son:
- Defectos en el aislamiento del conductor: Provocados por clavos o tornillos.
- Aplastamiento de cables o conectores: Por puertas, ventanas o muebles.
- Roturas de cables: Debido a radios de flexión demasiado pequeños o abrazaderas de fijación muy apretadas.
- Radiación UV y mordeduras de roedores: Principalmente en instalaciones al aire libre.
- Contactos y conexiones sueltas: Como las conexiones dañadas detrás de enchufes.
Tipos de Arco Eléctrico
- Arco Eléctrico en Serie. Aparece entre fases y ocurre entre dos partes del mismo conductor. Puede iniciarse un incendio a partir de una intensidad de 2,5 A a 230 V. Este tipo de arco no es detectado por protecciones convencionales, ya que no provoca cortocircuitos ni derivaciones a tierra.
- Arco Eléctrico en Paralelo. Surge entre la fase y el neutro de dos conductores diferentes, generalmente debido a daños en el material aislante. Este arco comienza a 75 A, por lo que es menos problemático en instalaciones residenciales.
- Arco Eléctrico de Fase a Tierra. Ocurre en paralelo entre fase y tierra, iniciándose a partir de 5 A. Este tipo de arco puede presentar problemas significativos en cualquier tipo de instalación.
Detectores de Arco Eléctrico: Una Solución Innovadora
Detectar un arco eléctrico es complejo, ya que no tiene una única característica distintiva. Por ello, se utilizan dispositivos de detección de fallos de arco eléctrico (AFDD) que analizan parámetros eléctricos como la intensidad y frecuencia del circuito. Estos dispositivos distinguen el arco eléctrico por su mayor duración y las perturbaciones que genera en diferentes frecuencias.
Los interruptores magnetotérmicos y diferenciales no pueden detectar el arco eléctrico. Solo los dispositivos específicos de detección de fallos de arco (AFDD) pueden realizar esta tarea, proporcionando una capa adicional de seguridad.
Soluciones Avanzadas de Schneider Electric
Schneider Electric presenta su nueva gama de dispositivos de detección y protección frente a fallos de arco eléctrico, disponibles a partir de octubre.
- Acti9 iC40N ARC. Estos dispositivos combinan protección frente a sobrecargas, cortocircuitos y defectos de arco en un solo mecanismo de dos módulos. Ofrecen una solución compacta y eficiente para la protección de instalaciones eléctricas.
- Acti9 iCV40N VigiARC. Además de la protección contra sobrecargas y cortocircuitos, estos dispositivos incluyen una protección diferencial superinmunizada F-SI, ofreciendo una solución integral que combina varias funciones en un solo dispositivo compacto.
- Tecnología VISI-TRIP y VISI-SAFE. La tecnología VISI-TRIP de Schneider Electric proporciona una señalización intuitiva mediante un indicador mecánico rojo y un LED de diagnóstico, facilitando la identificación del motivo del disparo de la protección. Además, la ventana VISI-SAFE indica la apertura completa de todos los polos, asegurando la desconexión segura de la instalación.
La prevención y protección contra el arco eléctrico es esencial para reducir el riesgo de incendios en instalaciones residenciales. Los dispositivos avanzados de detección y protección de Schneider Electric ofrecen una solución integral, mejorando la seguridad y facilitando la gestión de las instalaciones eléctricas. Implementar estas tecnologías es un paso crucial para proteger tanto a los ocupantes como a las infraestructuras.